Marcelo Bielsa Volverá

Loco..., loco..., loco..., como un acróbata demente...

viernes, 16 de noviembre de 2007

Esos pequeños detalles...

Fuente "Carla Técnica"

Desde que llego Marcelo Bielsa a la selección, hemos sido testigos de muchos cambios en cuanto a la preparación del plantel de cara a los partidos eliminatorios y amistosos. Desde el equipo "Sparring" hasta la remodelación de JPD hay un gran listado de cosas que Bielsa exige a la dirigencia chilena para el buen desempeño de nuestros jugadores.

Uno de estos detalles "secretos" o en los que nadie se fija y que no he visto o no recuerdo en procesos anteriores (Azkargorta, Acosta, "Pierdo" Garcia, Olmos y Garces), es el entrenamiento con los balones oficiales de las selecciones a las cuales se va a enfrentar. Acá van los ejemplos:

Argentina vs Chile: Adidas Teamgeist


Chile vs Perú: Brooks "Chokopanda"


Uruguay vs Chile: Puma v1.06

Cosas como esta no aseguran nada pero si nos permiten acercar las probabilidades para que nuestra selección obtenga buenos resultados. Siempre se ha dicho que "los pequeños detalles hacen grandes diferencias" o por lo menos demuestran una preocupación del cuerpo técnico de cara a una responsabilidad grande como es dirigir los destinos de la "Roja".

lunes, 10 de septiembre de 2007

El Chile de Bielsa perdió, pero aprobó el examen




El DT fue claro después del partido: "El resultado siempre genera un sabor desagradable, pero la actuación terminó siendo esperanzadora".
"Tal vez hubiera preferido que el equipo haya jugado por más tiempo en campo rival, y en menos ocasiones hacer nuestro ataque por alto. Lo ideal era que el juego se iniciara con más regularidad por abajo. Las veces que intentamos saltar a nuestros volantes perdimos claridad de los ataques", comentó para describir el partido que hizo su equipo.
Mientras el de ayer fue el primer partido de Bielsa como DT de Chile, su rival, Suiza, viene jugando las eliminatorias de la Eurocopa y está en ritmo. El partido arrancó parejo pero con Chile tratando de dominar la pelota con un esquema de 4-3-3 y , como no podía ser de otra manera, con vocación ofensiva. Con jugadores de buen pie en el medio: Mauricio Isla y Matías Fernández. Y con jugadores picantes adelante: Humberto Suazo y Alexis Sánchez. Marcelo Salas ingresó por Suazo en los últimos 7 minutos y así volvió a la selección chilena después de dos años de ausencia.

"El ritmo del equipo fue alto, la agresividad para recuperar el balón fue suficiente de acuerdo a las necesidades, los criterios para atacar, también. Lo que toma trascendencia es el sello de los jugadores. En ese sentido estoy satisfecho porque hubo pocas actuaciones bajas", añadió nuestro querido Loco.
"Con facilidad podíamos haber convertido uno o dos goles más. Cuando se vuelvan a dar más exámenes como este, va a ver mejores respuestas, pero la entrega fue satisfactoria".

El partido lo arrancó ganando Suiza a los 12 minutos mediante un gol de Barnetta (S). El Niño Maravilla, que juega en River, Alexis Sánchez, empató a los 44m. En el segundo tiempo, Streller puso el 2 a 1 para los locales. Sobre el final, Suazo, dos veces, y Marcelo Salas, tuvieron el empate que finalmente no llegó pero que dejó con un sabor no tan amargo a los chilenos.
Gracias Loco par volver

viernes, 10 de agosto de 2007

Bienvenido al Juego, LOCO... y que viva Chile carajo!


No importa que equipo dirijas. Allí estaremos para bancarte. A demás... Chile no nos cae nada mal...

Salud.

viernes, 25 de mayo de 2007

Sí, él lo dice


extraído de frasesbielsistas.blogspot.com


Algunas frases futboleras del Loco, respecto al juego mismo y a las distintas vicisitudes que este deporte ofrece:


  • "Yo soy un convencido de que hay que saber jugar mal. Y para eso, lo primero que se debe hacer es aceptar ese hecho no deseado para llevar el partido a un terreno neutro e intentar mejorar desde allí."

  • "Me importa muchísimo ganar y para eso quiero que mis equipos jueguen bien, pero entiendo que se puede no ganar y que eso no necesariamente tiene que significar un fracaso. El fútbol no es una cuestión matemática."

  • "Hay que ser muy cuidadoso con eso de mandar al área rival. Si yo le pongo cinco delanteros, el rival se va a defender con seis. Y sin espacios, los que sacan ventajas son los que defienden, claro."

martes, 23 de enero de 2007

Ausencia. ¿Presencia?


Sensacion extraña, la de pensar que lo mejor que le puede pasar al futbol es que un banco de suplentes este ocupado por Marcelo Bielsa; y por otro lado tener la certeza de que es lejos del futbol, y mas del de estos dias, donde tiene que estar un tecnico con sus caracteristicas, no solo deportivas claro esta.
La dualidad de este pensamiento, esta intrinsecamente relacionada con la calidad del juego y con la calidad de los espectadores, dentro de los que me incluyo. Asistimos, y esto no es ninguna novedad, a un desvalorizacion, valga la redundancia de los valores. No sirve ya competir, solo sirve ganar. No importan los medios, importa solo el fin, solo el exito. El temor es confundido con la inteligencia, y la audacia catalogada de peligrosa, de inconveniente. Se reinvidica a los Merlo, a los Ruggeri, a los Miembro, a los Closs, etc, etc, y etc. Si, la lista es interminable.
Quizas este equivocado, y Marcelo Bielsa, no este ausente, no este lejos de los bancos de suplentes. Quizas este presente, en la cabeza de los grandes entrenadores, que estan esperando que las cosas cambien, para por fin, demostrarnos todo lo que tienen para dar.

martes, 16 de enero de 2007

Ole vs Bielsa

Este es un extracto de una conferencia de prensa que Marcelo Bielsa dio siendo DT de la Seleccion Nacional, y en la que dejo en claro su postura frente al amarillismo y la ignorancia. Lo que le sigue es una carta escrita por Lucas Gonzalez, quien no solo defiende a Marcelo Bielsa, sino que tambien se encarga de poner en su lugar al periodista, Eduardo Castiglione, quien tambien es uno de los protagonistas de la conferencia de prensa.


—Hay una clara preferencia de su parte hacia los jugadores que juegan en el exterior respecto de los que lo hacen en la Argentina. La prueba es que usted llevó a Simeone sin alcanzar la plenitud luego de la lesión y le dio dos posibilidades de recuperación a Caniggia, quien finalmente no jugó ni un minuto...
—Simeone había vuelto a jugar en su club antes del Mundial. Eso es así. Yo elegí a un Caniggia vigente y sano. Y descarté a un grandísimo jugador, Saviola, en una posición que entendí que había otra opciones.
—Yo lo que quiero discutir, señor, es la plenitud de un jugador para jugar un Mundial. Entre un Caniggia que tiene dos lesiones consecutivas y usted le extiende la chance y un jugador que sea el 70% de Caniggia pero esté en plenitud... Digo Saviola, un jugador que ha tenido la chance. No sé...
—Sí, ésa es la verdad. No sabe.
—Al menos hasta hoy usted había permitido cuestionar sus puntos de vista...
—Por supuesto que permito cuestionar. Lo que sí tengo que puntualizar es que discuto con una persona que no posee la información para sostener la discusión.
—Yo creo que, como le dijo a un periodista, usted ahora maquilla intenciones. Está esforzándose por descalificarme y yo a usted, desde siempre, lo he tratado con respeto...
—Yo también...
—Creo que usted está entrando en la delgada frontera de faltar el respeto, cosa que yo no hecho con usted ni frente a uno de los peores fracasos del fútbol argentino en 40 años. Yo no formo parte del circo aunque trabajo en el circuito del circo. Entonces, si quiere dirimir, dirimimos. Si quiere discutir, discutimos y si quiere agredir, nos agredimos. Voy a jugar con usted con el mazo de cartas que usted quiera. No eludo ninguno...
—Primero, ninguna identificación con usted me hace bien. Entonces, cada vez que algo nos encuentra yo me distancio. Usted es mi enemigo, que me enaltece. ¿Me entiende? Cuanto más lejos estoy de lo que usted representa, mejor soy.
—Esto es mutuo. No integro el círculo que quiere acercarse a usted para comer asados y ver videos. No soy de los que vienen a las conferencias de prensa a tirar paredes con usted. Vengo a aprender. Pero está claro que mucho de lo que tuve que aprender lo aprendí con gente mucho más generosa que usted.


Con qué derecho acusan a Bielsa de ser "...el máximo responsable del fracaso más estruendoso del fútbol argentino"? ¿Verón, Batistuta, Cavallero y Simeone no son tan o más responsables? Los mismos jugadores de nivel superlativo que en Eliminatorias reubicaron al equipo en la élite del fútbol, en Japón fallaron en la definición.
Nos llegaron cinco veces, nos hicieron dos goles (de pelota parada ambos). Castiglione, ¿no cree que merecimos más suerte, que el fútbol tiene injusticias? No debió caer en la acusación gratuitas. ¿Bielsa podía saber que Ayala y Caniggia se lesionarían, o que Caniggia sería expulsado del banco? Usted pecó de soberbio y de demagogo para con los lectores de Olé. Nos subestimó. Usó su posición privilegiada de comunicador social para quedar "del lado del pueblo", cuando está muy adentro y come de las miserias que el circo sustenta. "Los colores son tan míos como suyos (de Bielsa) y la camiseta la quiero y la siento, como mínimo, en el mismo plano que usted", escribió. Creo que Bielsa quiere y siente la camiseta muchísimo más que usted. Hace muchas más cosas por la Selección, es un ejemplo de buen trabajador. Ningún jugador le ha hecho objeciones (salvo el caso de Calderón). No es un dato menor, eso no ocurrió con Passarella, ni con Basile ni con Bilardo. Todos coinciden: es respetable, trabajador y serio. ¿Por qué nadie lo felicita? Creo que usted sabe poco de fútbol y lo demostró con sus preguntas. Es más, estimo que ni siquiera le interesa el fútbol ni la Selección. Quiso ganar fama y lo logró, pero de una manera repudiable. En lugar de valorar el trabajo del técnico, sólo intentó chicanearlo y lograr una reacción para poder sacar una nota principal en el diario. Y dijo: " A Bielsa, sin olvido ni perdón, le deseo que Dios lo ayude cada vez que deba tomar decisiones sobre la Selección. De fracaso y frustración el fútbol argentino tiene bastante. Tanto como el país de soberbia, tozudez e intemperancia." Esto es de lo más siniestro que he leido últimamente en un medio. Espero que a usted su conciencia o su corazón lo ayuden a encontrar el camino del bien y puedan desviarlo del camino de la carroña y la mala fe.

Honestidad. Capacidad. Convicciones

Texto publicado por Enrique Gastaña

Marcelo Bielsa es convicción. Lo demuestra en cada uno de sus actos. Ahora, por ejemplo, renovándole la confianza a varios de los futbolistas que no le respondieron con la pelota en el Mundial...
Marcelo Bielsa es capacidad. Pese a matices cuestionables sobre un cambio, una convocatoria o un esquema, lo avalan sus antecedentes y los testimonios de la mayoría de sus dirigidos on y off the record...
Marcelo Bielsa es honestidad. No duda en contestarle a su jefe, a Julio Grondona, en forma pública si la ocasión lo exige. Evita los contactos con empresarios: en su gestión no hubo una mínima duda sobre la citación de un jugador que pudiera acarrearle beneficios económicos a futuro. Incomoda no entregando entrevistas individuales a la prensa, pero elige ese método para dispensarle un trato igualitario a todos...
¿Cuántos personajes como Bielsa se encuentran en un fútbol argentino resultadista y utilitario? ¿Cuántos engloban convicción, capacidad y honestidad?...
Vale discutir a Bielsa, claro. Todas las miradas son aceptables. Y enriquece comparar y debatir la rigidez de su sistema o a tal o cual futbolista. Lo que no sirve es vapulearlo.
Más allá de que fue un mazazo la eliminación en primera ronda del Mundial, y más allá de que son respetables todas las expresiones populares, los silbidos en La Plata, en el Argentina-Uruguay, parecieron demasiado castigo para alguien que como técnico apostaba, apuesta y apostará a equipos y a jugadores con esencia ofensiva. Ahora, por ejemplo, basta con repasar las formaciones que encierra en su cabeza para Eliminatorias y Preolímpico.
Aunque no sea carismático, y por más que haya perdido un objetivo preciado, hay un hombre y un entrenador en el mismo envase que buscan una revancha con convicción, capacidad y honestidad. El Combo Bielsa es para no despreciar.
La observación externa está mucho más dirigida a los logros y no al juego del equipo. Lo que uno tiene absolutamente claro es que lo que te exime es la victoria y lo que te condena es la derrota", analizó.
Según Bielsa, "el camino más conveniente es hacer lo que uno cree que lo aleja de la derrota y lo acerca a la victoria. Y es imposible que las decisiones que uno tome satisfagan los reclamos, porque son diversos y antagónicos entre sí".
"el periodismo es el elemento educativo central que tiene la sociedad contemporánea".
"La influencia del mensaje periodístico sobre la capacidad de la gente es absoluta -prosiguió-, sobre todo cuanto más ignorante es la gente, cuanto menos capacidad tiene de discriminar entre lo que está bien y lo que está mal".
Señaló Buelsa que "por eso, objetivamente, no importa lo que yo opine. La incidencia del mensaje periodístico sobre la capacidad de la gente para interpretar el juego es un área específicamente de la profesión a la que usted pertenece y sobre la que yo tengo poquísimas posibilidades de intervención".
"Yo lo que veo es que lo único que se valora es el resultado, eso está claro -añadió-. Y me adapto a eso. Si eso me pareciera bien o mal, después la pretensión sería cómo hace uno para obrar sobre eso y lograr que suceda como uno cree que es mejor. Pero como esa es una posibilidad que no tengo, por una cuestión de practicidad elijo no revisar el tema".
También apuntó el seleccionador que "siempre me genera una sensación extraña cuando me plantean ese tema desde la profesión que usted hace, ¿me entiende?, que es quién sí tiene todas las posibilidades de distinguir y obrar sobre la gente para mejorarle la capacidad de valorar el juego más allá del resultado".
"Los elogios se confirman con las posiciones finales, entonces no sería prudente que valoráramos ningún elogio si todavía no ha terminado la competencia y no sabemos en qué posición vamos a finalizar", concluyó.
Siempre me gustó Marcelo Bielsa. Podrá tener mil fracasos, pero todo finalizará en un inevitable triunfo. El éxito es el fin del camino, la cumbre de la experiencia de los luchadores. El esfuerzo logra maravillas. Pero quien lo toma como filosofía de vida, no concluye su tarea cuando es exitoso. Se reciclará. Se comerá a si mismo. Provocará nuevos fracasos, nuevos éxitos y luego más y mejores fracasos y éxitos. Es la rutina de la aventura. Pero se hará inalcanzable para el común de los mortales. Mi amigo, mientras, lo mirará en la televisión (criticándolo seguramente) y reflejará su pereza en la pantalla. La pereza es la madre de todas las pobrezas. Con conquistadores protestantes, lo de mi amigo sería menos habitual. Ya lo decía Max Weber. Y sino, observen el medallero olímpico.

Cabezas Viejas. Una Nueva

También en el fútbol hay cabezas viejas igual que en cualquier rubro. Cabezas viejas que no entienden lo nuevo. Adentro la información de toda la vida se les gasta, y cuando intentan ingresar una nueva, se bloquean y la expulsan. Se quedan con el recuerdo de cuando alguna vez pensaban.
Es que es más fácil aferrarse a la nostalgia sublimada del pasado que desafiarse a elucidar lo que "aún se está haciendo". Lo que todavía no asentó jurisprudencia en el género.
Marcelo Bielsa encarna una especie no incluida aún en el vademécum de su rubro. No es un genio: es un autor no promedio. Un constructor en solitario. El forastero que suscita desconfianza porque no toma mate, como todos, o porque no se pone el poncho. El planeta es un contenedor de cabezas viejas. También la Argentina de izquierda y de derecha. Hay economistas cuyas cabezas no logran entender la pobreza nueva. Porque únicamente estudian la riqueza y no le adjudican a ésta ninguna consecuencia trágica. Y hay militantes escorados a la izquierda que mal creen que la globalización es una ideología y quieren combatirla desde una carpa en la Plaza de Mayo.
Somos sedentarios y nos asusta el pensamiento nómade. Cuando lo sacude un provocador con argumentos se le oponen enseguida argumentos que lo sedan. La esposa ya instalada en la costumbre ofrece menos riesgos que la próxima amante, aunque aquélla ya no sea sino un adiós silenciado por la gratitud y las convenciones. La vanguardia crea de inmediato retaguardia. Piazzolla, a muchos, hacía extrañar a D´Arienzo. Ni siquiera a Troilo. La propiedad horizontal a la casa chorizo o al chalé de barrio. La nouvelle cuisine al puchero. Y aunque el que se queda atado presiente que se apaga y que sus sentidos se agotan, se resigna a ellos antes que volver a incendiarse para sentirse encendido.
Marcelo Bielsa es un protagonista del fútbol argentino que, como dijo el dramaturgo Pavlovsky, "no encaja con el imaginario que exige la fantasía del público argentino". No profesa el código. Es como un extranjero en un paisaje nativo rechazado porque a la aldea no le gusta el surtido y se ata al monocultivo étnico. Hasta su voz y sus expresiones descubrían otro origen y otra escuela que las clásicas del mundo del potrero transferidas por la falsa añoranza de quienes nunca jugaron en potrero.
Parecía tímido. Revolucionó la relación con los medios ubicándolos apropiadamente en la platea mientras él ocupaba el escenario. Obligó a que los inteligentes se notaran porque siempre son menos que los otros. Estos se sentían ofendidos. Bielsa los dejaba expuestos a la intemperie ante la audiencia marcando la obviedad o la idiotez de sus preguntas. El "loco" Bielsa, como sólo algunos pocos locos lo hacen, deschavaba en la sociedad del fútbol las ausencias espirituales que un creador encuentra en la actitud colectiva que se resiste a involucrarse y avanzar en la experiencia. Nadie sabe si él necesitaba ser querido pero no concedía al discurso del sentimiento para conseguir el resultado.
Es curioso: el fútbol, que tiende a ser arte y por lo tanto es natural que se transforme, no aguantaba que Marcelo Bielsa transformara la sustancia. Y en él la sustancia son la introspección privada y la condición ética sin alharacas de ciudadano decente. No fue un revolucionario de la estrategia sino de la conducta. Se comportaba como un docente en un ámbito habituado a otro culto primitivo. No lucía autoritario ni severo sino frontal y terapéutico. Le faltaba picante. Lucía como un científico que, luego de haber descubierto una fórmula, en vez de ponerse a gritar alborozado se queda con la duda y espera contrapruebas para asegurarse.
Cuesta imaginarlo conversando con Grondona, el presidente de la AFA; a lo mejor nunca llegaron ninguno de los dos a traducirse lo que se dijeron. El idioma de Grondona está más difundido: tiene más cómplices.

domingo, 14 de enero de 2007

Fútbol dorado


El fútbol jugado por la selección del Loco se destacó siempre por mantenes el espiritu deportivo, la ética y la actitud ofensiva. Tanto en la derrota como en la victoria. Sin embargo en Atenas 2004 se sum´p la belleza, y el fútbol argentino volvió a vivir obteniendo la única victuria que la faltaba y recuperando la imágen tristemente dañada por años de técnicos mediocres y tramposos. Aqui va un rejunte da material para no perder la memoria.

Publicado por La Nación digital el 28 de agosto de 2004
La Argentina venció a Paraguay por 1 a 0 y se quedó con la medalla de oro, logro que no conseguía desde los Juegos de Helsinki en 1952; el equipo albiceleste se tomó revancha de las finales perdidas en Amsterdam de 1928 y Atlanta 96
Además: Tevez: "Merecíamos el oro"

Cita con la historia. La Argentina venció a Paraguay en la final del fútbol olímpica, rompió con un maleficio de 52 años sin conseguir una medalla de oro y se tomó revancha de la derrota en el partido decisivo con Nigeria en Atlanta en 1996.
Desquite II. Además de superar el trago amargo de las caídas en los partidos por el oro en los Juegos de Amsterdam en 1928 (frente a Uruguay) y Atlanta ´96, el combinado nacional obtuvo el único logro que le falta a Brasil. De esta manera vengó el traspié de la Copa América por penales.
Campeón de punta a punta. El equipo de Bielsa fue el mejor del certamen del primer partido al último. Los números reflejan la superioridad: ganó todos sus compromisos, convirtió 17 goles y no recibió ninguno.
Tuvo a la gran figura y al goleador. Carlos Tevez hizo su torneo soñado. Fue por lejos el mejor jugador y además finalizó como el máximo artillero con ocho conquistas. En la final de hoy logró el único tanto luego de una escapada de Fabricio Coloccini, que abrió para Mauro Rosales. El jugador de Newell´s envió el centro y el Apache conectó de derecha anticipándose al arquero.
La final. La Argentina fue un justo ganador del partido decisivo. Demostró supremacía, manejó el encuentro y pudo haber convertido más goles. El conjunto guaraní, que abusó del juego brusco, terminó con dos expulsiones y fue impotente ante la superioridad albiceleste.
El árbitro. La tarea del juez griego Kyros Vassaras fue muy pobre. Fue permisivo y se equivocó en fallos clarísimos. Debió expulsar a Gamarra en el primer tiempo por un evidente codazo.
El podio. Paraguay se quedó con la medalla de plata, primera olímpica del país en su historia, mientras que el bronce fue para Italia, que derrotó ayer en el partido por el tercer y cuarto puesto a Irak.
Sin autocrítica. "Lastimosamente el árbitro no estuvo a la altura de esta final. Nos llenó de tarjetas amarillas, nos expulsó, y ellos (los argentinos) pegaron también casi igual, a la par, y muy pocas amarillas salieron para ellos", dijo el DT paraguayo Carlos Jara.

Síntesis

1. Argentina: Germán Lux, Fabricio Coloccini, Roberto Ayala, Gabriel Heinze, Luis González, Javier Mascherano, Kily González, Andrés D´Alessandro, Carlos Tevez, Mauro Rosales y César Delgado (m.76, Clemente Rodríguez).

0. Paraguay: Diego Barreto, Emilio Martínez, Carlos Gamarra, Julio Manzur, Celso Esquivel (m.76, Julio González), Aureliano Torres, Edgar Barreto (m.71, Ernesto Cristaldo), Julio Enciso (m.62, Osvaldo Díaz), Diego Figueredo, Pablo Giménez y Fredy Bareiro.

Gol: 1-0, m.18, Tevez.

Arbitro: Kyros Vassaras (GRE), asistido por Philip Sharp (ENG) y Martin Cryans (SCO). Amonestados: Gamarra, Manzur, Kily González, Figueredo, Torres y Julio González,

Expulsados: Martínez (m.66), por agresión a D´Alessandro, y Figueredo (m.82) por doble amonestación.

Incidencias: Partido final del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 disputado en el Estadio Olímpico de la capital griega ante 41.116 espectadores.



"Ni euforia en la victoria, ni depresión en la derrota"

Publicado por La Nación digital el Sábado 28 de Agosto de 2004

A pesar de la victoria en la final olímpica, el DT señaló que le queda un gusto amargo por la derrota en la Copa América

ATENAS.- Apenas tomó la medalla de oro, no tuvo gesto o palabra alguna que denotase que era el técnico de una Argentina triunfadora por primera vez en la historia del fútbol olímpico.
"Ni euforia en la victoria, ni depresión en la derrota", dijo Marcelo Bielsa, quien tras la consagración en la final 1-0 ante Paraguay no parecía ser el conductor de un equipo triunfador.
Bielsa no le dedicó el triunfo a nadie en particular, salvo "agradecer al futbolista argentino en general, y a este grupo de jugadores".
"Las dedicatorias privadas me las reservo y las públicas son para los jugadores", dijo Bielsa, quien hace poco más de un mes perdió la final de la Copa América de Perú, por penales ante Brasil.
Ante una nueva insistencia acerca de una dedicatoria a los argentinos, Bielsa dijo: "Hay una porción del pueblo para la cual los triunfos significan alegrías. A esa gente, a la que el fútbol le proporciona felicidad, estamos contentos de habérsela aportado".
De sus palabras, quedó en claro que el oro olímpico no borró el amargo recuerdo de la fulminante eliminación de Argentina en el mundial de Corea-Japón en 2002.
"En lo personal, siento una gran sensación de injusticia por el trato que recibió el equipo", subrayó Bielsa aludiendo a las secuelas que dejó aquel mundial. "Fue un gran equipo, que obtuvo menos que lo que mereció".
Y dirigiéndose al plantel que estuvo en Corea-Japón, expresó: "Sé que es difícil, pero ojalá que ellos sientan que este buen momento también les pertenece".
A pesar de este éxito, Bielsa está convencido de que su futuro, igualmente, no será un lecho de rosas.
"El éxito no inmuniza, porque la secuencia de la competencia deja rápidamente atrás lo que sucede y se enfoca en lo que viene", destacó Bielsa.
"Supongo que la medalla nos la darán a todos", dijo Bielsa, quien al excusarse sobre su ausencia en el estrado dijo que "premiaban a los futbolistas...".
Sobre el partido con Paraguay, que su equipo ganó con gol de Carlos Tevez, indicó que la diferencia pudo haber sido mayor.
"No hubo proporción entre las situaciones de gol creadas y los goles convertidos", dijo el técnico. "Si uno está bien, se obtiene más del 30 por ciento de ese porcentaje y en una relación normal podíamos haber ganado por más diferencia".
Expresó disgusto por el hecho de que la final se haya jugado en horario matutino.
"No se favorece al fútbol realizando un partido tan importante en horario que perjudica

Fútbol olímpico.

El entrenador como persona seleccionada


Por Juan Sasturain (Página 12, 15 de septiembre de 2004Hace unos años, Alejandro Dolina, encolumnado en una tradición de detectores de pérdidas irreparables que viene de Oscar Wilde y Mark Twain, escribió con su habitual perspicacia y obvia melancolía acerca de la decadencia en el arte de renunciar. Ayer, seguro que el Negro habrá escuchado con atención los fundamentos de Marcelo Bielsa a la hora –eran las ocho en punto de la noche– de explicar su renuncia al puesto de entrenador de la Selección. Y me animo a suponer también que se habrá sentido, como muchos, reconfortado. No por el qué –que se fuera– sino por el cómo: la manera. Porque no sólo se ha perdido el valor intrínseco del gesto mismo de renunciar –hoy nadie deja nada– sino que, incluso, no se concibe la renuncia sino como resultado de previo apriete u oportunidad de ajuste de cuentas. Más allá de que la suspicacia es la más mediocre de las formas del escepticismo argentino, algunos creemos que nada de eso pasó ni se ocultó ayer: ni resentimiento ni encendido del ventilador. No “da un paso al costado” antes de que las presiones lo tiren a la banquina; no “se aleja” porque “no se dieron los resultados”. No. Dolinianamente, un Bielsa ganador renuncia cuando siente que no puede estar a la altura de su propia exigencia. Y describe la carencia en términos vitales (falta de energía) pero formula la decisión en términos éticos: “Cuando eso pasa, no es decente insistir”. Qué palabra rara en televisión. El irreprochable pelado Dante Panzeri decía en los sesenta –y qué diría hoy– que al fútbol argentino le faltaban tres cosas: dirigentes, decencia y wines. Pareciera que con Bielsa –en el ciclo Bielsa, que incluye su renuncia, no la deja afuera sino le sirve de moño– ha habido wines y decencia. De los dirigentes, parafraseando el tango, mejor no hay que hablar. Bielsa no habló de ellos en general, excepto para afirmar enfáticamente que nunca lo sería; pero si Grondona es el arquetipo, modelo acabado, el renunciante recortó el espacio privilegiado en que lo salvaba: “El me renovó después del Mundial: ese gesto de confianza es más importante que cualquier otra cosa”. Un caballero piensa así. Y necesita que le crean que es así.Un caballero que en un principio vapuleado, tras matar al dragón y en el momento de encarar la segunda salida y rescatar a la princesa, se baja del caballo, explica que otro podrá hacerlo, que él ya no. ¿En qué se le fue la energía? En la pelea, claro. ¿Contra quién? Contra todo tipo de monstruos y miserables que no le llegan a los talones, se puede suponer. Pero sobre todo –o acaso únicamente– contra sí mismo, contra la demanda interior de perfección. Está “loco”, claro. El caballero lo está, tiene su código y a él se debe: ha de ser valiente, pero sobre todo noble, sincero y creíble. El mejor. Podrá dejar dudas respecto de su eficacia, pero no de su valentía ni de su honestidad. Es un papel agotador en este mundo de mierda.Bielsa renuncia cuando siente que ha llegado a un punto de tensión máxima –intolerable para su autoexigencia– y puede salir sin sentirse defraudado de sí ni defraudar a los demás. Cae moralmente parado y entero, y desde esa plenitud puede ser amplio, incluso hasta la mentira generosa.En fin. Renunció Bielsa y a las ocho de la noche se sentó a dar sus razones por la tele. Fue una ceremonia extraña, un programa inusual. Pocas veces el rating habrá acompañado tanto una propuesta tan poco atractiva en términos del repugnante marketing televisivo. Un hombre se empeñó durante hora y media en explicar que creía ser y le importaba ser una buena persona

lunes, 8 de enero de 2007

Hidalguia y Actitud


Respuestas que ofrece un autentico Bielsa, y su actitud en lo que respecta al futbol.

¿Por qué cree que está rotulado como un DT rígido? "No lo sé, sinceramente no le puedo ofrecer una respuesta. Sólo puedo decir que la propuesta de la Argentina es que ataca siempre con seis jugadores, porque si por algo vale la pena descompensar un equipo es para atacar; valora los tres espacios del campo para atacar, los dos costados y el centro, algo que es muy poco reconocido, y lo otro es, después de perdida la pelota, agregar los jugadores suficientes como para recuperarla rápidamente. Esas son las tres cosas que yo utilizo para distribuir los jugadores en el campo y eso lo observo de toda la vida en el fútbol argentino, no lo inventé yo".
"¿Si me molesta enfrentar a Colombia en Barranquilla? Es un lugar grato para esa selección. Pero yo no me ocupo de los escenarios donde se juegue sino en lo que pueda hacer mi equipo que, me gustaría que pueda atacar en campo rival la mayor parte del tiempo".
"Parece que sólo es bueno aquel entrenador que gana siempre, y como eso es imposible, llego a la conclusión de que todos los técnicos somos inútiles".
"En las peleas callejeras hay dos tipos de golpeadores. Está el que pega, ve sangre, se asusta y recula. Y está el que pega, ve sangre y va por todo, a matar. Muy bien, muchachos: vengo de afuera y les juro que hay olor a sangre"(Antes de enfrentar a Colombia en Barranquilla).

El silencio es salud


Cuando lo valorado, es el fin y no los medios.

No se puede negar que lo ocurrido en el Mundial Corea-Japón 2002 fue un episodio triste, de hecho Marcelo Bielsa dijo que: “la palabra fracaso es la que define la actuación de su equipo en el Campeonato del Mundo”, pero…….en un país cargado de exitismo, de mediocridad, de soberbia, de ignorancia futbolísticamente hablando, esto alcanzo dimensiones tan grandes como injustas.No se valoro jamás, la dignidad, la humildad, la ética, el respeto y la responsabilidad con la que trabajo Marcelo Bielsa durante los 6 años que estuvo al frente de la Selección Argentina de Fútbol. Actitudes, todas, que se vieron reflejadas en el terreno de juego, en cada partido que la Selección jugo ya sea en tierras propias como ajenas. Si algo logro Marcelo Bielsa, es que la Selección Argentina sea respetada en el mundo, por su juego y su actitud en el verde césped. Y el hecho que lo confirma, es que llegamos a ese Mundial como no habíamos llegado a ninguno en años, como candidatos. ¿Puede ser candidato un equipo que juega mal?. ¿Puede ser un desastre una selección que supera las eliminatorias con la facilidad con la que lo logro la de Marcelo Bielsa?. No hay dudas que las respuestas son un No rotundo.La Selección Argentina quedo eliminada, ubicando la tercera posición de su grupo, la misma en las que se ubicaron las selecciones del 90 y del 94, pasando a octavos porque el reglamento así lo quiso o disponía, elija la palabra que considere mas apropiada. Con algunas diferencias que resultan favorables incluso a la selección a la que muchos le siguen colgando el rotulo de fracasada. Los rivales en el 90 fueron: el poderosísimo Camerún con el que se perdió!!!, a Rusia se le gano pero la mano de Dios estuvo presente, por ultimo se empato con la difícil Rumania, y este es uno de los mejores ejemplos de cómo los resultados evaden la realidad, la objetividad. Llegamos a una final y lo único que se recuerda son penales!. En el 94, le ganamos a la ¿debutante? Grecia, vencimos a Nigeria y finalmente perdimos con Bulgaria. No hay dudas que lo de Maradona influyo. Pero el técnico que ya no contaba con Maradona, no pudo lograr superar la situación y perdió con Rumania, entonces, que Maradona es importante no es ninguna novedad, pero si con su ausencia se hace todo mas difícil, entonces Bielsa corrió con esa desventaja y la diferencia fue solo la del reglamento, y claro esta la de los rivales (Inglaterra, Nigeria y Suecia). La hidalguía y la dignidad se reflejan en declaraciones como esta: "Parece que como perdimos no tenemos más derecho a nada. Yo tuve la suerte de que me renovaran el contrato, lo agradezco, lo celebro y lo valoro. Es el mayor éxito de mi carrera deportiva. Es un reconocimiento en el fracaso". "Acepto que soy el responsable (de la eliminación mundialista) pero no soy un inútil". Ese es el rotulo que le pusieron los mediocres cipayos del periodismo, por su negativa a darles entrevistas exclusivas, pretendiendo lograr la igualdad de condiciones para todos.Marcelo Bielsa, fue, es y será un ejemplo de coherencia, de responsabilidad y de lucha, silenciosa, sin artificios y con simpleza que es como se debe afrontar todo en la vida.

domingo, 7 de enero de 2007

La hora de los imbéciles


Texto leído por Víctor Hugo Morales en su progama radial "Competencias"

'No todo triunfo es el mismo triunfo' declaraba hace pocos días Rafael Bielsa argumentando que las victorias basadas en el mérito, la honradez y la sabiduría son más valiosas que las de los cancheros, los tramposos y los piolas. Asimismo, creo que podría afirmarse que no toda derrota es la misma derrota. Si eso no fuera así, estas líneas no tendrían sentido alguno.
La era de Marcelo Bielsa en el Seleccionado se cerró hoy con un angustiosoempate ante Suecia y si de resultados se trata, no quedará margen para dudar de que esta actuación mundialista fue definitivamente fallida. Pero si nos despertaran interés las diversas lecturas que sobre la actuación pueden establecerse, entonces sería mejor diferenciarnos bien.
Hoy es un mal día para cualquier futbolero promedio argentino. Pero mientras para algunos es una jornada rabiosa, de furia, bronca o decepción; para mí (y espero que para muchos) es un día de tristeza. Quisiera ser preciso en esta diferencia. El sentirse triste (pero no furioso) ante una
caída deportiva remite no solo al sentimiento de pertenencia que un equipo pudiera despertar (en definitiva somos todos futboleros y argentinos); sino además a la identificación absoluta con ese grupo representativo, sus conceptos de base, sus procedimientos, sus métodos para llegar al triunfo.
Quienes hoy traslucen fastidio mas no tristeza, son aquellos que no aceptaron a Bielsa desde el primer día o quienes imaginan tener una estatura tal como para sentirse más sabios que él; y mañana, con el mal humor extinguido, se sentirán acreedores de revancha o dignos del índice
acusador. Clavarán el puñal, escondido a base de triunfos irreprochables, no sólo por contundentes o numerosos; también por lúcidos y merecidos.
Aquellos agazapados Imbéciles de siempre, tienen hoy su día de gloria. La palabra Fracaso se anunciará a grandes letras negras y asumirán que el reclamo de explicaciones les es legítimo y propio. De nada les servirá saber (porque lo saben) que el grupo de rivales era el más difícil, debido a un sorteo endemoniado y que por otra parte, cada una de sus tres actuaciones mereció ampliamente mejor recompensa que la obtenida. Aún sin jugar en el gran nivel, este equipo debió ganar su zona por sobre la levedad nigeriana, la cobardía inglesa o la mezquindad sueca. Además, para sumar infortunio al ya citado, las reglas de este Mundial no permiten seguir en carrera a los mejores terceros, beneficio que no se recuerda demasiado de 1990 (con final incluida) y 1994.
Pero una vez esfumada la Selección de Bielsa, sus preceptos y sus valores; 'Ellos' reasumirán el poder y ahí sí, Dios nos ayude. Volverá de los cajones polvorientos y olvidados 'la Nuestra'. Ésa que este equipo había redefinido y modernizado aunque los Imbéciles necesitaron sentenciarla como ajena. Y así, nuestros jugadores retomarán el ritmo adormecido, los quejidos perpetuos, las avivadas orgullosas (características que presuponen identidad criolla para estos idiotas); y se crucificarán la velocidad del Piojo, el 'barullo' de Sorín y el pelotazo 'europeizante' de Verón. Y no
intentarán recordar la vocación ofensiva irrenunciable o la apuesta (ilimitada hasta lo insensato) por la gambeta de Ortega o el pulso firme para cambiar al Verón-símbolo por el Aimar-juvenil cuando fue necesario.
La honestidad intelectual de Marcelo Bielsa quedará hecha añicos y no tardarán en postularse viejos caudillos de Selección o autoproclamados ganadores; en cualquier caso, desdeñadores de la notable obsesión por el conocimiento como el rosarino. Los informadores de bajo vuelo recuperarán las ganas de conferencias de prensa, en donde el protagonista no recurra a esa fastidiosa costumbre de pensar antes de responder. Si algo de cordura queda en los bolsillos, quizás nos salvemos a través de un Carlos Bianchi para que esta derrota no sea tan grande.
De todas formas, esta derrota no es cualquier derrota. Hoy perdió la construcción seria y minuciosa de una evolución en nuestro fútbol. De ahí, la tristeza mayúscula. Por ello, en un fútbol gobernado por miserables y habitado hoy nuevamente por los Imbéciles reubicados, me parece natural (y hasta deseable) la ausencia del Relator de mi generación. La voz que me contó el gol de Diego a los ingleses no merecía instalarse en esta inmensa derrota (del saber antes que del juego) tanto como no merecía la Selección de Bielsa este destino.
Pero bien estará que si el Juego Sagrado nos niega la gloria y la despilfarra en provecho de los eternos Imbéciles o los oportunos mezquinos, sea excluido como un impertinente aquel que es considerado Loco. Y tras su partida, que la puerta quede abierta. Yo quiero irme también.

Gustavo Ariel Chialvo.